Tres días después de nuestra llegada fuimos al barrio de la Katuba,
donde Lourdes y Lola nos habían invitado el día que nos conocimos en la
catedral. A medida que nos acercábamos al barrio pude comprender que la casa
donde vivimos desde que llegamos aquí está en un barrio “residencial”.
Calles de la Katuba |
La Katuba es una zona que a su vez se divide en otros seis barrios,
todos con carencias de todo tipo. Las casas se apiñan en una especie de
cercados que encierran varias viviendas. No hay agua corriente aunque hay pozos
diseminados por todas partes, con el mecanismo rudimentario de una palanca que,
al moverla repetidamente, bombea agua desde el interior del pozo a unos cubos
que hace tiempo perdieron su color original.
La casa de las hermanas es, como no podía ser de otra forma, muy limpia
y acogedora. En ella viven dos Siervas españolas y tres novicias congoleñas.
Dentro de esta casa hay unos talleres de costura donde ahora mismo solo hay
trabajo para dos chicas que cosen o arreglan ropas litúrgicas y trajes femeninos por encargo.
Hasta allí nos llevó Venance, un joven religioso que ha realizado su formación en Méjico y que, por tanto, tiene un curioso y agradable acento congolés-mejicano; nos enseñó el seminario en el que hizo otra parte de su formación y después nos condujo a la Katuba: allí también se estuvo interesando por la ropa litúrgica que había encargado en el Taller para su primera misa.
Ese día comimos allí con ellas y fuimos a visitar la maternidad donde trabajan Lourdes -dirigiendo la administración de la farmacia- y Midiala, la sierva cubana que se ha convertido en nuestro ángel de la guarda. Ella es médico y desarrolla su trabajo en la maternidad donde hace todo tipo de labores. Midi es menuda como una niña pero tiene la fuerza y la energía de un titán; a veces parece increíble que esa mujer de aspecto tan frágil pueda realizar todo lo que cada día saca adelante.
Parroquia de Sainte Bernardette |
Esta maternidad forma parte de
un complejo de edificios construidos en torno a una parroquia (la de Sainte
Bernardette), entre los que hay una clínica, un centro de vacunación y otro
oftalmológico, además de un colegio.
El parroco en sus labores de electricista |
Tal y como avancé en el anterior relato, en cuanto llegué allí supe que
mi viaje hasta el Congo cobraba sentido; yo no sé hasta dónde puedo yo hacer
por estas personas pero lo que sí tengo claro es que todas las vivencias que
estoy teniendo en la maternidad son para mí un precioso regalo difícil de
describir, que unas veces me supera, otras me abruma, me entristece, me hunde,
me eleva y me hace reflexionar sobre lo afortunada que soy por haber podido
llegar hasta aquí, por conocer estas mujeres y por aprender cada día de ellas
una lección de amabilidad, educación y fortaleza inigualables.
Entrada de la clinica |
Lourdes en su farmacia de la clinica |
Para ir a la maternidad tenemos que levantarnos a las cinco de la
mañana y, después una ducha que a esas horas despierta a la fuerza; una vez con
todos los sentidos alerta tomamos el desayuno y nos vamos con ellas a una
capilla cercana de jesuitas donde escuchamos una misa que siempre me regala
momentos de paz, espacio para meditar y alguna que otra armónica canción en swahili.
Después salimos rápidamente las tres: Adriana, Midi y yo y empieza la aventura diaria que supone tomar los transportes necesarios para llegar hasta la maternidad.
Cada día tomamos dos transportes
a la ida y otros dos a la vuelta y hacemos un largo recorrido a pie
sumergiéndonos de lleno en el frenético ritmo de esta Ciudad que sera el tema central de mi proximo relato.
Nota: Con la inestimable ayuda de mi hijo estamos subiendo las imagenes al blog, espero que os gusten
Con Lola |
Todas juntas en la casa de las Siervas de la Katuba Upemba |
Taller de Costura |
Nota: Con la inestimable ayuda de mi hijo estamos subiendo las imagenes al blog, espero que os gusten
Hola hermanita. Muchas gracias por la fotografías, Son como las había imaginado a través de tus descripciones. Me llama mucho la atención no solo los colores, sino también la luz, No son capillas con cristaleras de motivos religiosos en color que apenas dejan asomarse al sol a dentro, sino espacios inundados por la luz y los colores. El contraste del blanco y los colores claros de las ropas, con el moreno de la piel, es verdaderamente impresionante.
ResponderEliminarLos nombres de las ciudades parecen sacados de una novela Katanga, Katuba, Lubumbashi ... tienes que preguntar si tienen traducción estos nombres. Aunque ya de antemano te digo que me gusta más el nombre de Lubumbashi que Élisabethville (que es como se llamaba).
Cuando nos hablas de Midi "...menuda como una niña pero tiene la fuerza y la energía de un titán..." me pregunto ¿de donde sacarán tanta energía interior?, creo que es del mismo sitio de donde sacan la mirada, esos ojos que son como el prólogo de un libro en el que en pocos párrafos han concentrado cientos de páginas.
Trabajar en una maternidad en un país como el el que estás, debe ser complicado y encerrar cientos de caminos y situaciones distintas. Pero veo que estás en buena compañía y afianzando valores que ya son tuyos ("...amabilidad, educación y fortaleza..."). Espero que te sean útiles, por aquí, en esto que mal llamamos el "primer mundo", no son los que más priman en nuestra sociedad.
No te voy a pedir que escribas mucho en el Blog después de leer lo ajetreado que son tus días desde primera hora de la mañana cuando despertáis al los gallos, hasta que volvéis a casa, aunque si te puedo decir que consultar tu blog de cuando en vez ansiando leer algo nuevo, se me ha hecho una costumbre nueva.
Un abrazo muy fuerte
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola Josefina
ResponderEliminarUn nuevo sueño que cumplir? Otro peldaño que subir? Pero todo en pro de los mas necesitados. Eres un gran punto de referencia, para aquellos que estamos anclados en nuestro día a día,y una persona muy fuerte y de gran corazón. Sigue utilizándolo. Muchos besos y cuídate.
Marieta
Hola Josefina, como siempre maravilloso lo que estás viviendo, pero sobre todo la manera de hacerlo llegar a los que estamos aquí. A mí me emocionas, y claro está, me quedo sin palabras para responderte, por eso me rindo ante tí y tú pluma. Un beso "seño".
ResponderEliminarHola Seño, ya me tienes enganchado todos los días mirando el blog a ver si hay algún relato nuevo. Supongo, espero y deseo que estés viviendo una experiencia tan enriquecedora que aún la disfrutarás con el paso del tiempo cuando leas los relatos que nos tiene enganchado a más de uno. Cuídate, un beso.
ResponderEliminarHola Josefina, estoy siguiendo tu aventura desde el principio, y te confieso que al principio me sentía un tanto ansiosa y un poco nerviosa por saber cómo se iría desarrollando todo. Pero tengo que decirte que lo del alambre de espino alrededor de la casa me dio bastante tranquilidad...pero a medida que voy leyendo tus relatos y veo algunas fotografías (no puedo verlas todas), en las que por cierto te veo muy bien, más que tranquilidad siento paz, la paz y serenidad que tú nos transmites al contarnos tus experiencias. Además, como lo describes todo con tanto detalle es fácil imaginar el lugar, el colorido, la música, las situaciones, las personas...
ResponderEliminarSigue recopilando vivencias para compartirlas con todos y todas las que te seguimos expectantes y disfruta cada momento de esta aventura apasionante e inolvidable para tí. Cuídate mucho!!! Un beso muy grande.
Paqui
Hola Josefina soy Marivi,la madre de adriana,ya veo que a ti también está experienza también te esta siendo muy enriquecedora.te doy las gracias por cuidar también a mi hija.Un saludo y un beso,gracias,gracias.
ResponderEliminarCómo te admiro. Además de estupenda persona eres muy generosa haciéndonos participe de tu experiencia.
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